11 may 2009

¡JA, VE QUÉ DIAZOMPOPO!


Yo no te pido la Luna, tan sólo quiero amarte, quiero ser esa locura que vibra muy dentro de ti, yo no te pi… Los gritos del hijueputa de Paco me sacan de mi trance erótico con Daniela Romo, bajo el volumen y le grito: ¡Aquí estoy! ¿Qué querés? La puerta del baño se abre y la cara de zopenco del mierda se me queda viendo y me hace ojitos. ¿Qué haciendo vos culey?, me pregunta. Aquí, pensando un cacho en Doña Concha, le digo. Concha es su nana, pero Paco es de los mierdas que les podés decir que acabás de meterle un pepino en el culo a su propia traida y es como si no te oyeran. Venía para ver si le prestaba unos discos. La onda es que cuando salí, ya los llevaba en la mochila el hijueputa. ¡Ahí te los paso al rato vos hueco, junto con tu gorra de los Bulls!, me dijo dándose la vuelta y zafando bulto. Bajando libros, me acordé de que nunca le había prestado mi gorra. Lo más pior es que el Paco no es ni cuate mío. Es el entenao de la doña que le lava ropa a mi vieja. Y no lo digo por eso. A mí me la pela que sea hijo de quien sea. La onda es que, sólo porque más o menos somos de la misma edá (él 20 y yo 22), mi vieja lo deja entrar cuando quiere y desde hace unos meses para acá, el cerote cree que somos cuates de toda la vida y ha llegado al punto, como les cuento, de entrar, tratarme como si fuera mi compadre y llevarse mierdas prestadas sin permiso ¡Ja, ve quediazompopo!, diría mi abuelita, que en paz descanse.

En Mulamala abunda este tipo de gérmenes. El maje que sin ton ni son, ya se ha hecho tu cuate o eso cree. El que sin conocerte, en un abrir y cerrar de ojos, ya te está soltando un: ¿te acordás, vos pisado?, o un: comé mierda, mano. ¡Y todo es risa y risa! ¡Y hay que celebrarlo! El maje que saludás por cortesía y ya va el abrazo y el somatón de espalda. El que le rolás un cigarrito y se sienta en tu mesa a echar chela, sin pisto. El maje que te conoció una vez, por medio de otro cuate, y ya cree que puede ir a tu casa, prender la tele y sentarse a ver… a tu hermana. El que nadie lo invitó al toque y es el primero en llegar y maltratar cuando no se apuran con la trama o cuando ya no hay guaipe. El maje que de la noche a la mañana cree que tu viejo es dueño de la Texaco o que la gasofa te sale de la verga para andar dándole jalón todos días desde el chance hasta la quinta mierda. El que da por sentado que por el simple hecho de ser mulamalteco y chingón (como vos) ya cree que puede sacarte la madre y que encima se malea si a vos no te hace la más mínima gracia. El que se monta en vos, como que fueras caballito de los que había en La Aurora o en Esquipulas parece hacerse fotos. El que por darle la mano (o hacer como que se la das), te agarra el brazo y te hace manita de coche. Llámesele confianzudo, llámesele suela, llámesele descarado, llámesele aventado o como putas sea. En fin, la verdad es que sólo de imaginar ejemplos me pongo para vergazos. A lo mejor pensarán que uno es lleno de mierdas, pero nel, no se trata de eso. Y si así fuera, ya saben que a Rex las opiniones de la mara son como piquetes de zancudo: mira la ronchita, se rasca, le hace una crucecita con la uña y cuando siente, ya tiene el brazo como si nada. Pero no se trata de eso, muchá, se trata de abusar de la confianza y no saber respetar. Y también de no saber diferenciar las mierdas. ¿Quién dijo que porque nos tratemos de vos seamos cuates?

Los que leen esta onda del Muladar desde sus inicios, allá por el 2005 (de un brinco te la hinco), saben que aquí el mero vergueo es la chingadera y órale, yo no voy a ser el me ponga ahora con moños. Con tanto blog pisado que hay, uno se puede hacer una idea de que hay mara que sólo entra a sacarle la madre al dueño, a llevárselas de gracioso, a criticar lo que supuestamente ha leído, a meterse con los otros que comentan y lo que es más culero, a exigir mierdas. ¡Habráse visto! Hacéle güevos, Rex, es parte de tener un blog, cerote, me dijo una vez un caraeverga. Sí, a güevos, uno escribe sus muladas tratando de alegrarle un poco el día a alguien, a cualquiera, a uno mismo (como es mi caso), y encima aparece mara a decirte cómo tenés que reaccionar y qué es lo que tenés que aguantar de toda esta mierda. ¡Y le tenés que hacer güevos! Es para cagarse de la risa, muchá. Como ya dije, una cosa es aguantarles la chingadera a tus familiares, a tus cuates, a tus conocidos, etc., y otra es tener que aguatanarle la casaca a Perico el de los Palotes, que del aire aparece con sus reclamos y sus incorfomidades absurdas, como si por haber leído tus mierdas ya tuviera el derecho a sacar su cartulina (tipo pancarta) y protestar ahí tan tranquilamente, en tu blog, como si estuviera en el patio de su casa. Si lo pensamos mejor, esa puta maña de agarrar confianza y de criticar muchas veces sin fundamento es un claro reflejo de cómo somos los mulamaltecos y de por qué estamos como estamos. Por respeto y a petición del propio afectado, no puedo ponerles un ejemplo fehaciente del que tengo constancia y que me dejó con el hocico abierto. Un onda así bien gruesa, muchá. A raíz, precisamente, de unos putos comentarios en un blog y de esa necedá pisada de la mara de creerse dueños de esta mierda, sacándose “reglas” de no sé dónde putas, tergiversándolo todo, creyéndose con la potestá, sin ser más que unos pendejos incultos con ínfulas de grandilocuencia, de ir por ahí, tirando mierda a su sabor y antojo, poniéndose de tú a tú, como si la vida fuera caldo de moronga.

No, no, no, nenes. Así no vamos a ningún lado. ¡Y yo que quería domar mi temperamento, muchá! Pero es que es por demás. ¡No se puede con la campiña! Los dejo. Me voy a remendar mi traje de REX 2000 ULTRA TALISHTE para combatir el mal y ver cómo le hacemos para evitar más epidemias, como el de la CONFIANZA PORCINA. ¿O es INFLUENZA? Ustedes me entienden.


Pd. Paco, si leés esto, tomálo por el lado amable. Te regalo mi gorra de los Bulls, mi rompecabezas de 500.000 piezas y los calzoncillos que se llevó tu mamá la semana pasada. Pensándolo mejor, te cambio la gorra por una buena bolsa de zompopos de mayo, ¿te parece? Un saludo, amigo.