Ayer, día del gato según
sepa quién putas, me estuve acordando de cuando conocí a Pedoevieja hace como
tres años. Me acuerdo bien porque estábamos echando litros en un puesto
callejero ahí mero en la plazuela de Jocotesburgo y esos ceviches jamás los
olvido porque sólo de imaginármelos me da cagazón gruesa, como al día siguiente
de cuando me los hartaba. Pedoevieja parqueó su carro (polarizado completo)
cerca, apagó el musicón (Grandes Éxitos de Proyecto Uno Vol. 3), bajó y se fue
a sentar a la par de donde yo estaba. Billetera, celular (Iphone 19S) y llaves
en mano, pants gris Nike, chancletas Adidas, camiseta Puma, lentes oscuros
Oakley, pelo envaselinado, cadenas y dientes de oro, labios hinchados y resecos
(cruda, a güevos) y barriga excelsa. Sábado mediodía. Los ayudantes de las
burras gritando: ¡Antiguaaaaa, Antiguaaaa! ¡Llegaaaa, llegaaaa! ¡Solo precisos
Antiguaaaa!, bajo aquel calorón de macho. A vos te conozco, me dijo, vos
sos el mentado Rex, vaaa. Le iba a decir que no, que yo era el ex Papa
Benedicto XVI versión KID, (como Billy), pero le dije que sí, que cómo me había
reconocido. Ah, por las fotos que la mara pone en Feisbuc, me contestó
mientras pedía dos picositas. Una para él y otra —sí, Dios es grande—, para mí.
Ese día no andaba billete y si me iban a empezar a invitar, pues no me iba a hacer
el de la jeta pequeña. Yo soy el Pedoevieja, me dijo mientras me ponía
enfrente la picosita, casero de la Marllori de aquí de ahí de La Belleza,
¿me das color? Sí, si le daba color. Chambeaba en no sé qué Ministerio ahí
en la capirucha. Llevo varios días en aguas, me dijo. Yo también, le iba
a decir, pero me contuve, para que después no lo anduviera regando por ahí y me
arruinara la maldita fama, sobre todo con las patojas… que huelen alcohol
(aunque sea de Hugo Boss) y ya creen que uno anda dándole y nada que ver. ¿Y
qué ondas? ¿Clavos con la doña? Meneó la ñola de un lado para otro, prendió
un su cigarrito, jaló, sacó el humo por la nariz y me contestó: Nel, me
mandaron a la verga del chance. Llegué tarde varios días por culpa de una
partida de caitudos pisados que no tenían ni verga mejor que hacer que tapar la
carretera de San Lucas, fijate. Yo le dije que qué güevos y me quedé
callado para que siguiera soltando mierda. ¡Indios cerotes, vos! ¡Puta, como
quieren salir de pobres si no dejan que vayamos a trabajar en paz los que
estamos sacando el país adelante! Sólo cuando don Pepo nos sirvió los
cevichitos, se calló el pisado.
Mientras hartábamos, no
habló mucho, menos mal. Se puso a trastear su celular y a cagarse de la risa. Te
voy a mandar unas buenas muladas, ¿cuál es tu Guatsap?, me preguntó. Eran
un vergazo de memes. Los empecé a ver uno a uno y al mismo tiempo me puse a
pensar en los creadores (eso ya es un halago; inmerecido, claro) de los memes.
Me los imaginé solos, desesperados por llamar la atención, muy sociales con sus
cuates de siempre pero al mismo tiempo antipáticos, adictos a las páginas porno
de embarazadas, enanos, orgías con culebras y jalea, travestis interraciales y
al desvelo, o sea, a lo que ellos llaman: insomnio. Entonces el Pedoevieja me
sacó de mi estado de contemplación y reflexión filosófica callejera y me dijo: Mano,
qué cagada lo que está pasando en España, ¿verdá? Mirá esta mierda. Y me
enseñó una foto de cuatro tiras dándole verga a una pareja de chavos que
estaban protestando en Madrid, creo. 15-M, decía en la foto. Esos mierdas de
Tigo si su madre con el 3G, vos. ¡Ladrones los hijos de puta! Al Pedoevieja
le estaba fallando la conexión y no podía darle “like” a la foto para apoyar a
los manifestantes heridos por la tira en el 15-M. Hay que apoyar esas
mierdas, vos. Esos tiras pisados qué se creen. ¿Acaso no les pagan para
defenderlo a uno, pues? Como no sabía muy bien qué decirle y sabía que me
iba a invitar, le dije: Mejor chupemos, viejo. ¡Y dicho y hecho! Llegué
a mi casa como a las 11 de la noche con 3 ceviches, 12 picositas, 5 micheladas
y 2 botellas de guaro entre pecho y espalda cortesía de Pedoevieja.
Va, Rex, sí, ¿pero a
qué putas viene esa onda del Pedoevieja, vos?, me pregunta Guayo Tacuazín, mientras se termina de
hartar un corazón de duroport que encontró debajo del sillón de mi sala. Pedovieja
es Guatemala, le tiro el vergazo. ¡Mi güevo! ¿Cómo así? Entonces me
siento, enciendo mi pipa de crack y le empiezo a explicar lo que les voy a
explicar a ustedes. Ejemplares con defecto y malformaciones cerebrales como el
Pedovieja, que abundan en cualquier parte de Mulamala, son los que se deberían
de llevar los científicos gringos para probar vacunas contra la gonorrea, la
radiación nuclear y los boletines de la Fundación contra el Terrorismo. Y si se
echan a perder unos 100 mil pisados, pela la verga. Que vengan y se llevan el
triple. Ya no se trata de apoyar lo que se haga en otros países (Venezuela, por
ejemplo) y estar en contra de lo que se haga aquí (manifestaciones
magisteriales, campesinas, etc.), no, eso es lo típico y lo archisabido. Criticar
eso, es muy 1990. Se trata de que tipos como Pedovieja NO TIENEN NI PUTA IDEA
DE LO QUE ESTÁN DICIENDO. Son como muñecos hechos con lo suavecito del pan
francés que algún cineasta chapín usa en sus intentos de hacer una lica de
dibujos animados, con voces trucadas y acentos que ni siquiera son los autóctonos.
Son piltrafas tradicionalistas que jamás se preocuparon por aprender algo en la
escuela y menos en la universidad y que sólo abren la jeta para reproducir lo
que ya ha dicho otro tanatal de caballos. Y ahora con las redes sociales, ¡pues
cuanto mejor! Creen que poniendo un tuit, un enlace, una foto o un comentario
alusivo a lo que putas sea, uno tiene que tener consideración de ellos y
ponerles coco, cuando en realidad los mierdas (la gran mayoría) sólo están
pendientes de cuantos RTs, FAVs o “likes” les caen a sus maravillas socráticas.
Y encima, tienen el descaro de llevárselas de sarcásticos, de remedar actitudes
dictatoriales o de indignarse cuando alguien les rebate sus estupideces. Recurren
a citas de personajes que NO LEEN NI ENTIENDEN y a fotos que retan nuestra
sensibilidad (algunas ni siquiera corresponden al tema en cuestión) para que
nos compadezcamos de esto o de lo otro, colaborando a que el teatro sea más patético
y falso de lo que ya es. Se preocupan por la repercusión y se olvidan de que en
el fondo NO CREEN EN NI VERGA, no tienen una postura política o social definida
y sólo quieren hacerse leer u oír PORQUE ESO ES LO HACE TODO EL MUNDO en las
redes sociales. ALHARACA CHABACANA, LLAMARADAS DE TUZA VIEJA, BLABLABLA VACUO Y
TRILLADO, en fin, POSTUREOOOOOOOO.
Sí, queridos compatriotas
del Cuarto Mundo, quédense con esa palabra: POSTUREO. Gentuza ramplona y
grotesca como el Pedoevieja te incitan a que recés con un #PrayFor cuando les
pela la verga que el chavito que lustra zapatos en la entrada de sus grandes
oficinas tenga un par de quetzalitos en el bolsillo para comprarse unas sus
tortillitas con chirmol y pasar el día con algo en el estómago. Lo mismo con
los chicleros, con las doñas que venden cualquier mierda en la calle, con toda
esa gente que salió de sus pueblos y vino a la capital para malvivir y tener
una miseria, aunque sea, para llevarle a sus familias. Ahhhhh pero cuidadito y
no usás el HASHTAG respectivo y no te sumás al apoyo y a la solidaridad que
tenemos que tener TODOS para el pueblo venezolano, ucraniano (no saben ni en qué
parte del mapa está Ucrania) o para Marquitos, un niño de sepa putas dónde que
nació con problemas renales y que se puede ir a caldo sino pegás su fotomontaje
en tu muro. ¿Tan difícil es que la mara se dé cuenta de que toda esa basura que
circula en las redes sociales no es más que eso: basura para tenernos
hipnotizados y amaestrados para que actuemos así o asá, muchá? ¡Y qué decir de
la malinformación, desinformación, manipulación, exageración, retórica
tendenciosa y manoseada que botarates como Pedoevieja quieren que compartamos y
compartamos porque mientras más se sepa mejor y todas esas pajas morbosas y
amarillistas! A veces, como platicábamos el otro día con otros Presidentes
Vitalicios (homólogos míos) del Istmo, es mejor ni encender la compu, muchá. Lo
que soy yo, prefiero hacer mi buena acción del día y salir a sentirme a la
esquina a compartir un cuartito de Quetzalteca con cualquier chara que se esté
muriendo de la goma y sacarle una sonrisa y un par de buenas anécdotas al maje.
Con eso, siento yo lo que es la dicha. La humanidad también es ésa.
¡Feliz fin de semana,
golosotes!
Su eterno pirata del HAMOR terrenal, Rex Carey
Imagen: http://1.bp.blogspot.com/-NrBdvUqGq6Y/UMPJowTEf_I/AAAAAAADiyo/-XSdEG09O0I/s400/reirse_.jpg
3 comentarios:
Ah mi querido Rex, has puesto el dedo en la llaga o le has tocado los huevos al jaguar, radio, tv y ahora las redes sociales, son el 99% de nuestras referencias ideológicas, los libros y la cultura van quedando en el último rincón del armario, por ahí donde escondíamos las revistas porno para que nuestra nana no las encontrara. Vuelvo a recoirdar al gran Discepolín y no me queda más que decir,"que el mundo fue y será una porquería ya lo sé"
Tenes toda la razón Carey, me recuerdo de una oportunidad que tuve que trabajar en un lugar donde abundaban los majes como pedoevieja, y lo mas triste es que esa mara le queda a deber al chavito que les lustra los zapatos no digamos a las señoras de los comedores, pero eso sí son exigentes los mierdas ya faltan de vergiar a las pobres doñitas si no les gusta lo que hay en el menú
Ese es el mero cuco, mucha, una sonrisa feis tu feis, vale mas que mil guatsapos.
Buena Don Rex, siga participando, nosotros le daremos carretilla a su excelencia.
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