4 abr 2012

LA GORDIS YAST GUANA JAV FON!!!!!!!!



La veintiúnica vez que la pobre Gordis probó hombre fue cuando los Niu Kids On Di Bloc estaban en su apogeo y ella fue a Rock Shop a ver si conseguía un casetío de esos majes y uno de los que atienden ahí por poco la escupe. Bueno, la onda es que el cuate andaba bien tronitos y sí, peló cables y la escupió. Un pushito de saliva fue a dar cabal a la jeta de la Gordis y ésa, hasta el día de hoy, ha sido su único acercamiento íntimo al sexo opuesto, al sexo de los salvajes, de los primates, de los egocéntricos, machistas y maltratadores psicológicos, físicos y mentales, de los dioses de las cavernas. Sí, yo y mis cuates, los mentados "hombres". ¡Ossshhhh, PERO QUÉ ASCO! Eso no lo dice ella, lo dice la Gertrudis, su carnalita. Pero vayamos por pasos. Y no, no me refiero a los de la Semana Santa, JAJAJA. No, ya en serio. Vayamos por pasos. Sí, porque el pedo es que a la Gordis se le están pasando el arroz y no ha probado hombre como lo mandan los cánones de la Humanidad. Sí, queridos gérmenes que pierden el tiempo leyendo estas caballadas, aquélla no ha chimado nunca. Ya va para las dos chocas menos quince y no ha sentido lo que son capaces de hacer unos buenos labios de Ingeniero Agrónomo (tostados y rajados por el sol, como los hombres) en su delicado hociquito, ni mucho menos lo que se siente abrir aquellas piernas galanas y esponjosas y recibir a aquel animalote tenso como un cable eléctrico y ganoso de abrasarle las entrañas con su semilla en presentación atol de ceniza con olorcito a almidón y pólvora de canchinflín incluída. Ahhhhh, puta Rex, te la llevás de erótico-festivo, vaaa... ¡Andá hablá con los que levantan los cables del alumbrado eléctrico ahorita que pasan las procesiones mejor, cerote, no chingués, jajaja! No, muchá, en serio. Puta, pobre la Gordis. Aquélla es bien derecha y, puta, cuando me cuenta su situación, me dan ganas de independizarme ya no de mi país (porque eso de que tiempo lo hice) sino de la Humanidad y, sobre todo, de esa marita que dice que representa dignamente al género femenino y lo único que hace es tirar ponzoñita y amedrentar a un montón del resto de sus congéneres. Disculpen mi elevado vocabulario, muchá, pero sé que esto lo van a leer ELLAS y entonces hay que echar la casaca con palabras mayores, no vaya a ser que salgan con: Mano, ¿vos qué creés que somos incultas para no entenderte? Cómo putas, mis reinas, conmigo no es el pedo, es con la Gordis. Y a eso vamos.

Bien. La onda con la Gordis es que desde que su carnalita, la Gertudris, rastafari declarada, botas Doc Martins sucias y una ideología tan ignorante como para llegar a afirmar que el "hombre" es una accidente biológico de la Naturaleza, una mujer fallida, una energúmeno incapaz de sentir amor y compasión por los demás sino sólo por él mismo. De eso y de muchas mierdas más se llenan los almuerzos y las cenas en la casa de la Gordis, cuando la Gertrudis (loa a sus progenitores por tan acertado nombre) aprovecha para hacer su lobotomía de sobremesa y lavarle el coco, primero a sus padres, y de ahí a la Gordis que, incapaz de saber si está haciendo lo correcto, recurre a los silenciosos tocamientos nocturnos, pero es incapaz de sentirse bien consigo misma porque le da pavor, porque le da miedo, porque se siente ridícula e inexperta, porque ella no quiere tocarse sino ser tocada por un "macho", porque ella no quiere sobarse sino sentirse deseada por un "hijodeputa", a estas alturas, le da igual si es moreno o canche, si es gordo o entelerido, si tiene pisto o vive en la calle de la amargura, si es estudiado o sólo llegó a tercero primaria, si es ladino o es indio, si vive en la capital o en el Cantón Santa Eulalia... ¡LE PELA LA PUSA! ¡SE LA PELA! A su edad, ella ya sabe cómo son LA MAYORÍA (ojo, ELLA sí es inteligente y no generaliza) de los pisados. Pero la casaca de la Gertrudis es potente y casi convincente. Entonces la Gordis se deprime. Cada vez que salen juntas a los centros comerciales y al cine, la Gertrudis le prohibe ver a cualquier pisado que anda por ahí papaloteando. Lo único que quieren es aprovecharse de vos, haceme caso. Lo único que ellos tienen en la cabeza son mujeres desnudas y mejor si son mujeres desnudas juntas, ¿me entendés? ¡Eso es humillante! ¡No, venite, vámonos! ¡Nada de saludar ni ni mierda! El cosquilleo que la Gordis siente en las piernas y esa leve humedad que empieza a mancharle el calzón, desaparecen en un pis-pas cuando se da cuenta de que su carnalita ya la lleva arrastrando (la Gertrudis tiene más fuerza que yo, y no sé por qué, pero ya podemos irnos imaginando) y la sonrisa del pobre maje que vio en ella a una chava, algo rellenita, pero chula, pasa directamente al bote de la basura.

La Gertrudis tiene un 75% de razón: a nosotros los pisados nos encula ver a dos (o tres, o las que sean) pisadas empiernándose y alimentándose mutuamente, sí, para qué hablar pajas. No a todos, me imagino, pero a mucho sí. Y digo que tiene razón porque lo que hace la Gertrudis dos o tres veces por semana es exactamente eso: invocar a todos los dioses de todas las religiones de la Tierra para que desaparezcan los primates, empacharse de vino de consagrar (ellas se mojan más y mejor cuando hay más actos sacrílegos) y acabar revolcándose entre todas. Sí, muchas de ellas no sabían que eran lesbianas. O bisexuales. O... feministas. Pero como la única que tiene que ver con lo que pasa con la Gordis es la Gertrudis, hablemos de ella. Nació mujer y siempre le encularon los pisados... Bueno, hasta que se colgó de un maje y el pisado la trató como que fuera un pedazo de mierda. Llevaban ocho años juntos. El pisado cogiendo con lo primero que se le pusiera enfrente. La pisada lo sabía, pero se hacía la loca. Cuando se le ocurrió pedirle explicaciones, el maje vino y la puso pinta a vergazos. Y eso fue el acabose. La pisado dijo: hasta aquí y, no sé cómo decirle de otra forma, se volvió lesbiana. Yo no sé qué piense la mara. Yo no estoy en contra de las tendencias sexuales de nadie, siempre y cuando la otra parte (ropa interior, perro, árbol, palanca de velocidades, muñeca infable, impúberes, etc. estén de acuerdo), pero lo que sí me parece un poco triste es lo que hizo la Gertrudis: volverse lesbiana por aberración a los hombres. No sé, a lo mejor ya era (seguramente) y no lo sabía. Pero de todos modos, el punto es que el hecho de que un maje actúe como una basura, no significa que todos los que pertenezcamos al género lo seamos, ¿me explico?

Vayamos terminando. Las posturas llevadas a la exageración, al extremo y al fanatismo son las peores, PEORES con mayúsculas. Para mí, son las culpables de que el mundo, la sociedá y demás componentes planetarios sean una mierda y sólo provoquen cismas y conflictos. Pero parece que eso es lo que le gusta a la mara. La Gordis sólo quiere sentir lo mismo (y lo rico) que sentía la Gertrudis cuando cogía con todos los traidos que tuvo y con ese maje que le daba verga (en sus dos presentaciones, if yu nou guat ai min). Eso es lo que quiere la Gordis y no puede. Se siente coartada. ¿POR QUÉ? ¿POR QUE LOS HOMBRES SOMOS UNA MIERDA? ¡JA! ¿Y LAS MUJERES NO? ¡CÓMO VA SER ESO! Va, por qué no dejamos de comparar y entendemos una mierda: tanto pisados como pisadas podemos ser los peores hijos de puta cuando queremos. Es así la mierda. Si las feministas buscan igualdá (muchas que conozco buscan reinvidicar su "superioridá" y "recuperar el trono perdido"), por qué no empezar por entender que la igualdá a lo mejor se puede conseguir desde la tolerancia, desde la aceptación... pero sobre todo desde la aceptación de que cada individuo (como la Gordis) es libre y es el único responsable de sus actos y de que no hay necesidá de ese adoctrinamiento radical que impide que otros disfruten (ahí viene el quid, y para mí, lo más triste, mutilador y represivo) lo que uno ya disfrutó. ¿NO CREEN?

En fin, para los interesados, la Gordis no es fea. Se arregla igual o mejor que las pisadas en las revistas. Huele siempre a perfume caro. No sólo el cuello, pillines, jajaja. Se maquilla con una sobriedá y perfección de artista. Se viste que dan ganas de arrancarle la ropa y lamerle todo el cuerpo. Es cariñosa. Es independiente. Tiene dos licenciaturas. Habla cuatro idiomas. No sé si se quiere casar y formar una familia, pero supongo que sí, a güevos. Pero quedémonos con un hecho: olvidemos los tópicos tediosos porque lo que quiere la Gordis es ser desvirgada pero ya. Ya. Ahorita. Tiene una flor para compartir. Quiere restregarle a la Gertrudis que acaba de ser conquistada por un mercenario, por un corsaco, por un Adonis, por un soldado romano. Quiere decirle a la Gertrudis que el olor que le sale (a la Gertrudis) de la chilaca es mortal y que cuando se baja el calzón, ese olor a "tierra, a Gaia y a Dios es Hembra" que ella dice, es una mezcla vomitiva de sudor piloso y de mojarra, róbalo, mero, merluza, salmón, atún, palometa y un vergazo de pescados comestibles y no comestibles. Eso quiere la Gordis. Decirle que la deje en paz y que la deje entregarse a hombre. Que se calle la trompa. Que mejor le diga a sus papás la verdá: que es lesbiana. Quiere que su carnalita presencie cómo se la meten hasta el fondo mientras grita como loca y cómo le estrujan las tetas mientras le dicen que qué rico chima. Sí, porque eso es lo que ha dictado la Naturaleza desde el principio de los tiempos y ella no sabe lo que se siente. ¡Y QUIERE SENTIRLO PARA SENTIRSE MUJER! Eso sí, si se encuentran con la Gordis, pisados, tengan la amabilidá de tratarla bien y no terminen de socavar la imagen que tenemos los hombres. Aquella es todo amor, se los garantizo. Ah, pero sobre todo, disfrútenla, porque eso es lo que ella quiere: gozar. Y es su palabra. Y quienes la queremos, deberíamos respetarla. ¿Verdá, Gertrudis?

¡Salú y vida, jóvenes! Vive y deja vivir es la onda, vaa.

Rex Mamey (ssshhhhh)


Imagen encontrada aquí: http://www.portalpixel.com/tag/antes-y-despues